Problemas de Erección después de los 40 Años y Cómo Resolverlos

Cada década marca una etapa de la vida.

Y una de las más temidas es la de los 40.

Suele sentirse como el inicio de la madurez y, con ella, del inevitable declive físico que todos sufrimos.

Para los hombres supone un temor adicional:

¿Empezaré a sufrir problemas de erección después de los 40 y eso arruinará mi vida sexual?

Aunque a los 40 años puedas sentirte lleno de energía, fuerte y dispuesto a comerte al mundo…

… lo cierto es que también puedes sentir mucha presión desde todos los frentes.

Te sientes presionado a lograr tus planes profesionales y financieros, a formar familia o levantar la que tienes. Sientes que es «ahora o nunca».

Tus hijos aún te necesitan. Tus padres, también.

Es mucha presión, ¿cierto?

Sí, y por añadidura puedes estar empezando a preocuparte porque tu desempeño sexual ya no es el mismo de antes.

Antes de preocuparte de más, lee la siguiente información sobre los problemas de erección y cómo puedes retrasarlos, minimizarlos e incluso superarlos.

Es un problema multifactorial, como verás. Y por lo tanto necesitarás afrontarlo con información, decisión y buen ánimo.

Problemas de erección después de los 40: ¿en qué consisten?

Los problemas de erección después de los 40 años producen mucha ansiedad, ya que a esa edad un hombre aún se siente joven y fuerte.

Se cree que la disfunción eréctil es un asunto de hombres más viejos.

Sin embargo, hay que recordar que los cambios hormonales se inician incluso desde antes de los 40. 

¿Cuándo se puede hablar de disfunción eréctil?

No poder tener o mantener una erección puede ser un hecho aislado, causado por estrés, cansancio o algún trastorno de salud.

Pero si la disminución en el número y en la calidad de las erecciones se mantiene en el tiempo, entonces es el momento de aceptar que hay disfunción eréctil.

Cuando hay disfunción incipiente, notas que, aunque te hayas excitado lo suficiente como para que haya erección, ésta es débil o dura poco.

Si el caso es que no hay erección alguna, a pesar de estar en situación de intimidad, entonces se trata de una disfunción de grado severo.

Pero no te preocupes, porque esta última es muy poco frecuente en hombres de tu edad.

¿Cuáles son las causas de los problemas de erección?

Como ya leíste al principio, la disfunción eréctil es un trastorno multifactorial.

Su origen puede estar en las emociones, en enfermedades endócrinas, en problemas circulatorios, o en todo al mismo tiempo.

Veamos algunas de las causas probables:

  • Disminución natural de los niveles de testosterona (andropausia)
  • Hipogonadismo (disminución de testosterona por disfunción glandular). En algunos casos puede ser tratado con terapia de reemplazo hormonal, aunque este tratamiento es costoso y tiene varios efectos secundarios. 
  • Problemas cardiovasculares
  • Diabetes
  • Hipotiroidismo
  • Desequilibrios emocionales (estrés, depresión, ansiedad, problemas de pareja, duelos, presión laboral y financiera)

A partir de los 40 años pueden darse muchos de los factores expuestos.

Tal vez a esta edad lo que más pese sean los problemas de estrés y ansiedad causados por:

  • la presión económica,
  • el miedo de ver morir a los padres,
  • las preocupaciones por el futuro de los hijos,
  • entre otros.

Por si fuera poco, los problemas de erección se retroalimentan. ¿Por qué?

Porque el miedo a no tener o no poder mantener una erección genera un estrés adicional que empeora el problema.

Así que lo primero es tratar de calmarse.

El climaterio masculino o andropausia

La andropausia o climaterio masculino es una de las expresiones de los cambios que tu organismo va sufriendo con los años. Se trata de una disminución paulatina en los niveles de testosterona en la sangre.

Cuando la producción de testosterona es menor, puedes empezar a sentir muchos cambios.

Y no creas que esa reducción empieza bruscamente a partir de los 40 años.

Desde los 30 ya hay una merma anual de 2% en la producción de esta hormona. Cuando la testosterona baja, puedes sentir:

  • Cansancio
  • Insomnio y otras alteraciones del sueño
  • Aumento de peso, sobre todo de la grasa abdominal
  • Pérdida de masa muscular
  • Arritmias
  • Descenso del deseo sexual

Además, empiezas a ver cambios en tu aspecto físico y te preocupa dejar de ser atractivo para tu pareja.

En este sentido, dado que estos cambios son inevitables, lo más inteligente es tomárselos con calma y buena disposición.

Si te deprimes lo único que logras es empeorar la situación.

Ahora… hay dos vías para resolver tu problema: la vía médica profesional y la vía natural (la recomendable).

Veámoslas a continuación…

La vía médica profesional cuando hay problemas de erección

Cuando empiezan a aparecer los problemas de erección puedes ir a una consulta con el urólogo.

Éste es el especialista indicado para evaluar tu situación, ordenar las pruebas que sean necesarias y determinar el mejor tratamiento.

El urólogo examinará el estado de tu pene y también ordenará:

  • Un perfil hormonal, para saber cómo están tus niveles de testosterona
  • Pruebas endócrinas, para ver si sufres de diabetes o de hipogonadismo
  • Pruebas cardiovasculares. Son de las más reveladoras, ya que, en la mayoría de los casos, la disfunción eréctil se origina en un deficiente flujo de sangre al pene.

También procurará indagar si tienes problemas que estén afectando tus emociones. En este sentido, podrá referirte a un psicólogo o a un sexólogo, según considere necesario.

La vía natural para resolver los problemas de erección

Una mejora en tu condición física general puede ser lo único que necesites, si no tienes ninguna enfermedad de fondo.

Veamos qué puedes hacer:

  • No fumes. No solo es un gran riesgo para tu salud, sino que afecta la calidad de tus erecciones.
  • Sigue una rutina de ejercicios cardiovasculares. La erección se relaciona directamente con el flujo de sangre que llega al pene; es un proceso vascular.
  • Mantén un peso saludable. La obesidad es uno de los factores de la disfunción eréctil. Así que ten una dieta balanceada y sana.
  • Reduce el estrés. Escucha música relajante, medita, haz lo posible por reducir tus niveles de estrés y de ansiedad.
  • Cambia tu dieta. Los alimentos que consumes, aunque no lo creas, pueden tener un gran gran efecto en tu disfunción eréctil. Te recomendamos el siguiente artículo para que sepas qué incluir en tu dieta.

Si tienes pareja, lo peor que puedes hacer es culparla o negar el problema.

Trata de buscar momentos de mayor intimidad emocional, conversar con sinceridad y afrontar con amor los cambios. Entre dos todo es siempre más fácil.

Prácticamente, los consejos anteriores son los que deberías de seguir para tratar la disfunción eréctil a los 40.

Sin embargo…

Debes hacer mucho más para mejorar tus erecciones y eliminar el fantasma de la disfunción eréctil.

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